Un 27 de noviembre nació una estrella para iluminar mi vida durante 14 años que nunca olvidaré.
Llegaste a mí como un regalo de Reyes y te quedaste para siempre en mi corazón, como mi amada compañera de vida. Aunque pase el tiempo permanecerá en mi memoria la alegría que irradiabas desde la primera hasta la última hora del día, tus continuadas travesuras, tu fortaleza; pero, sobre todo, llevaré conmigo tu amor incondicional.
Siempre te querré, mi chiquitina.