Mi rubi, aún recuerdo el día que viniste a casa, con esa alegría y esa bondad que te caracterizaba. Esos ojos tan bonitos que te miraban y lo decían todo. Eres la perrita más buena que he podido tener, el corazón más grande y la mejor compañía que podíamos tener. ¿Quién va a venir a verme cada vez que vengo a casa? Siempre te vamos a querer y tú pérdida ha sido muy dura para todos pero sé que nos volveremos a ver, aunque de momento tendré que conformarme con recordar lo bonita y buena que eras. Te querremos siempre Nika, o como te diría yo, mi Rubi guapa. Gracias por estos 15 años que nos has regalado. DEP.