Llegaste a nuestras vidas como un regalo de Dios y nos diste mucho más de lo que nosotros a ti. Fuiste el mejor compañero en este corto camino que recorrimos y sólo puedo darte una y mil veces las gracias por la felicidad que nos brindaste. Descansa en paz gordito, tu labor aquí ya ha terminado. Siempre te querremos y no te olvidaremos... Ximena, Werner y Toffee