La pérdida de un ser querido, como un animal de compañía, es especialmente delicada en los niños de poca edad, ya que resulta difícil saber cómo han integrado esta pérdida, qué conceptos han entendido y cuáles no, si tienen alguna duda no resuelta, miedos, etc.

Según el grado de madurez del niño, y su nivel de expresión oral, será más o menos complicado establecer una conversación y tratar de investigar cómo se ha integrado la nueva situación. En este sentido, es muy recomendable utilizar herramientas y recursos para abordarlo de forma indirecta, a través de juegos, historias y cuentos. A los más pequeños les resulta más sencillo y menos agresivo entender conceptos a través de historias, que para los adultos pueden ser imaginarias, pero que ellos viven en primera persona.

La creación de un cuento conjuntamente, o bien por parte de los adultos con la explicación posterior a los niños, es un recurso interesante que nos permite cumplir dos objetivos de vital importancia en una situación de estas características. En primer lugar, nos acercamos a su vivencia de la situación, la podremos entender mejor, y esto les hará sentir menos solos. En una buena manera de relajar tensiones, abrir puertas, y que el niño se atreva a expresar sus sentimientos más íntimos. El segundo aspecto importante es que seguramente, ayudaremos al niño a poner palabras a cosas que no sabe expresar, o que no entiende, y que por tanto, podrían quedar estancadas. Tal y como se explica en el artículo sobre el luto, es importante ir travesando las distintas etapas, sin prisa, pero sin pausa.

Finalmente, y como consideración general, es muy importante abordar estos temas con delicadez y con el respeto que merece. Todos los niños son distintos, y tienen distintas formas de funcionar e integrar conceptos. El trabajo de estos aspectos con ellos, siempre se recomienda que sea con la voluntad de acompañarlos, dejando el espacio necesario para expresarse, y no para imponer ninguna creencia, ni ninguna teoría de manual. También es recomendable no perder la vista la posibilidad de hacer alguna visita a un profesional en caso de considerarlo oportuno. En nuestra sociedad, los psicólogos todavía son un tabú y están relacionados exclusivamente con problemas mentales, cuando en realidad también son una fuente de autoconocimiento y entrenamiento psicológico para vivir la cotidianidad con mayor plenitud.