DORA

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Querida Dora,

Hoy es un día difícil para mí, ya que es el momento de despedirnos.

Hace casi 4 años, cuando te vi por primera vez en la protectora, supe en ese momento que estabas destinada a ser parte de nuestra familia. A pesar de las adversidades que enfrentabas, tu corazón cálido y tu mirada dulce nos conquistaron de inmediato.

Durante este tiempo, fuiste mucho más que una mascota para nosotros.

Cada momento que compartimos contigo fue un regalo, los paseos por el parque, tu alegria cuando llegaba, nuestras conversaciones…tu gracia para “pedir”…te echare de menos Dorita.

Hoy te he dicho adios, pero te llevare en mi corazon. Ya sois dos en el.

Tu partida deja un vacío muy grande, pero también nos deja con la certeza de que fuiste querida profundamente hasta el último momento.

Puede que haya quien no lo entienda; le aconsejo que adopte, y podrá experimentar un sentimiento nuevo, diferente, gratificante e intenso.

Descansa en paz, mi dulce Dora. Gracias por todo lo que nos diste y la felicidad que trajiste a mi vida, te extrañaremos más de lo que las palabras pueden expresar.